Básicamente, el HIFU estimula y renueva el colágeno de los tejidos, mejorando la textura a nivel general de la piel y, al contraer el tejido muscular, favorece también la disminución de la flacidez.

Los resultados, en lo que se refiere a la flacidez, son visibles desde la primera sesión. A partir de la tercera semana la regeneración de colágeno aumentará y se notarán sus efectos, pudiendo ver el resultado definitivo a partir de los 2-3 meses, manteniendo la mejoría hasta 6 meses después de su realización y con la posibilidad de prologar su efecto con alguna sesión de recordatorio o combinando con las terapias de radiofrecuencia u otros tratamientos que estimulan la producción de colágeno y elastina.

HIFU es especialmente indicado para las zonas faciales como la papada, mejora del contorno facial, y mejorando la línea mandibular. También puede aplicarse para rejuvenecimiento de la frente y contorno de ojos.

El HIFU también dispone de programas para el cuello y es fácilmente combinable con otros tratamientos como los hilos tensores, ácido hialurónico y otros productos inyectables para el rejuvenecimiento facial.

En las áreas corporales el tratamiento con HIFU puede mejorar significativamente el aspecto de algunas áreas localizadas, como los brazos, las rodillas o la cara interna de los muslos.